El campo andaluz en general -y en particular el campo de la provincia de Jaén ha sido rehén y
sufridor de una más que adversa realidad económica y climatológica, que nos hace no poder olvidar el
pasado año, jalonado de dificultades y la casi inexistente actividad-, nos ha traído la campaña oleícola
mas desastrosa conocida. Eso ha llevado aparejado una bajísima producción, que ha hecho mermar
los beneficios de los productores, pero que consecuentemente han arruinado a los jornaleros, a los
trabajadores eventuales del campo.
El nuevo año, lejos de acarrear una mínima esperanza que nos haga afrontar el futuro desde
otra perspectiva; nos trae más incertidumbre, más desazón. Y no puede ser de otra forma, cuando ya
casi silenciado nuestro campo por la recogida de aceituna, los números y el balance no puede ser más
negro: ridiculez de jornales por la inmensa mayoría de trabajadores, una gran bolsa de vecinos de
nuestra localidades que no han accedido a peonada alguna en la aceituna, etc.
Y los días pasan, y las personas más frágiles de este negro escenario del campo de Jaén han
de arreglar “papeles”: el antiguo PER así lo exige, los mismos que nuestra gente ahora mismo no
tienen… ¿a qué se espera?, ¿qué extrañas y oscuras razones conducen al Ministerio de Empleo y
Seguridad Social, para no cambiar y tener en cuenta las circunstancias extraordinarias en que nos ha
sumido la situación de crisis y el capricho metereológico?.
No es que el Gobierno de la Nación sea culpable de que no llueva, pero sí es su
responsabilidad y obligación puede ser parte de la solución. De su voluntad depende, pero depende
algo más que unas condiciones más favorables para acceder a un derecho conquistado por los
trabajadores del campo, depende la subsistencia de decenas de miles de familias de nuestros pueblos,
acabar con su actual incertidumbre, depende el mantenimiento de la población en el territorio y por
tanto el futuro de nuestros pueblos.
El olivar, cara y cruz de la provincia de Jaén es a la vez fuente de riqueza y de llanto en años
malos. El pasado 2012 se presentaba negro, pero el presente 2013 se nos presenta negrísimo, dada la
situación general de la economía, agravada con la escasez de ingresos en esta cosecha. Es por ello
por lo que esta tierra y sus gentes reclaman sensibilidad, futuro y esperanza. Y tendremos que ser
nuevamente los alcaldes, portavoces y agrupaciones socialistas (aunque deberíamos ser todos), los
que alcemos la voz, los portadores de una reivindicación contra la discriminación, contra un trato
desigual porque luchamos contra el capricho, la insensibilidad de quien todo lo puede y nada hace: el
Gobierno de la Nación y el Ministerio de Empleo.
Hoy, aquí y ahora, reivindicamos que es el momento de los hechos, no nos bastan las
palabras. Demandamos la esperanza en forma de:
‐ Eliminación de las peonadas necesarias para el acceso al derecho del antiguo PER, hoy
PROGRAMA DE FORMENTO DE EMPLEO AGRARIO ESPECIAL (PFEA)
‐ Puesta en marcha de un PER (PFAE) extraordinario que posibilite trabajo y computo de
jornales.
‐ Y que los jornales que se están dando con el Plan de Empleo de la Diputación y con las
bolsas de empleo municipales puedan contar a efectos de la obtención del subsidio.
En Jaén a 15 de enero de 2013
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